NUESTRO LOGO

NUESTRO LOGO

martes, 8 de febrero de 2011

UN AMOR QUE VALE LA PENA COMPARTIR

Sabemos lo que Dios quiere que hagamos. "Su mandamiento es que... nos amemos unos a otros" 1 Juan 3:23. Pero, ¿Cómo podemos hacerlo? ¿Cómo podemos ser cariñosos con la gente que no cumple sus promesas? ¿Con los antipáticos? ¿Cómo ser amables con personas tan frías como témpanos de hielo y tan tiernas como puerco espín? ¿Cómo perdonar a los engañadores que conocemos? ¿Cómo podemos amar del mismo modo que Dios nos ama? Queremos hacerlo. Lo anhelamos. Pero, ¿Cómo podemos hacerlo? Si vivimos recibiendo amor. Si seguimos el principio de "Primero recibir y segundo amar".
No hay palabras que capturen tanto el corazón de la gente que se ama como estos versículos.
El amor es paciente, es benigno; el amor no es envidioso; el amor no es presumido ni orgulloso; no se comporta con rudeza ni es esgoísta ni se enoja fácilmente ni guarda rencor; al amor no le gustan las injusticias y se regocija cuando triunfa la verdad. El amor disculpa todos los errores, siempre confía en la persona amada, espera de ella lo mejor y todo lo soporta. .... El amor nunca dejará de ser. 1 Corintios 13: 4-9
Cuando leemos este texto pensamos en un amor que no podemos producir. Mejor sería que dejemos que nos recuerde un amor al que no podemos resistirnos. El amor de Dios.
Algunos de ustedes están sedientos de este tipo de amor. Aquellos que pudieron amarlos no lo hicieron. Te dejaron abandonado. Te dejaron con un corazón roto. Con una duda interna: "¿Hay alguién que me ame?".
Escucha la respuesta del cielo. Dios te ama. De forma personal, poderosamente, apasionadamente. Otros prometieron eso y fallaron. Dios te ama con un amor incondicional. Y su amor -si se lo permites- te puede llenar y dejar con un amor que vale la pena compartir.

Con amor,

Sebastián y Yesenia Benalcázar

No hay comentarios:

Publicar un comentario